SANTA BIBIANA DE ROMA, PATRONA DE EPILÉPTICOS
SAN FRANCISCO JAVIER.


Fue
para sus súbditos una madre bondadosa y gobernó Alemania con magnanimidad y
compresión, ganándose el cariño de la gente. Fundó varios monasterios y se
preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión
católica.
2 DE DICIEMBRE
Santa
Bibiana es una virgen y mártir romana que vivió en el siglo IV en tiempos del
emperador romano Juliano el Apóstata, quien se volvió pagano y puso fin al
período de paz posterior al edicto de Milán promulgado por Constantino, que
concedió libertad de culto a los cristianos.
Su
vida es mencionada por primera vez en el Liber Pontificalis o Libro de los
Papas, donde se precisa que el Pontífice San Simplicio le dedicó una basílica
en Roma en la cual reposan sus reliquias.
Santa
Bibiana nació en el 347 en el ambiente sereno de una familia cristiana. Sus
padres fueron el prefecto de Roma, Flaviano, y la noble, Dafrosa; y su hermana
se llamaba Demetria.
Con
la llegada al poder de Juliano el Apóstata en el año 361, el prefecto Flaviano,
ferviente cristiano, fue depuesto y en su lugar fue nombrado el pagano
Aproniano.
El
padre de Bibiana se retiró a vivir una vida tranquila y se dedicó al cuidado de
los necesitados y perseguidos, así como al entierro de los mártires. Aquello
llegó a los a oídos de Aproniano quien lo mandó a asesinar.
Con
la muerte de su padre, y privando a la familia de los bienes materiales, las
dos hijas junto a su madre, se retiraron a una vida de oración intensa, separando
sus corazones de todos los bienes terrenales y preparándose para soportar la
persecución.
Posteriormente,
se sucedieron esfuerzos infructuosos para que la familia se retractara de la fe
cristiana. Por tal motivo, Aproniano detuvo a Dafrosa y la mandó a decapitar el
6 de enero del 362.
También
intentó obligar a la apostasía a Bibiana y su hermana Demetria privándolas de
alimento. Encerradas en la cárcel,
Demetria murió antes de la terrible prueba.
Pero
Bibiana enfrentó al gobernador, que, para debilitar su resistencia la confió
inútilmente a una alcahueta. Entonces ordenó que Bibiana fuera atada a una
columna y flagelada.
Llena
de llagas por todo el cuerpo, finalmente la joven mártir entregó su alma a
Dios. Echaron su cuerpo a los perros, pero unos cristianos lo rescataron y le
dieron sepultura junto a la tumba de sus padres y de la hermana, cerca de su
casa, en donde pronto construyeron una capilla y más tarde la actual basílica,
sobre el monte Esquilino.
Santa
Bibiana es patrona de epilépticos; también es invocada contra el dolor de
cabeza y convulsiones.
SAN FRANCISCO JAVIER.
PATRONO DE LAS MISIONES
3 DE DICIEMBRE
Nació en el
castillo de Javier (Navarra) el año 1506. Cuando estudiaba en París, se unió al
grupo de san Ignacio. Fue ordenado sacerdote en Roma el año 1537, y se dedicó a
obras de caridad. El año 1541 marchó al Oriente. Evangelizó incansablemente la
India y el Japón durante diez años, y convirtió muchos a la fe. Murió el año
1552 en la isla de Sanchón Sancián, a las puertas de China.
SANTA BARBARA, MÁRTIR
4 DE DICIEMBRE
Según una antigua tradición Santa Bárbara fue una
joven conversa de los primeros siglos que fue encerrada por su padre pagano en
su castillo para forzarla a la apostasía. Al no conseguirlo, permitió que la martirizaran
cortándole la cabeza con una espada y él mismo murió fulminado por un rayo.
Nació en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, a
principios del siglo III.
No existen referencias a Santa Bárbara contenidas en
las primeras autoridades de la Iglesia ni en el martirologio de San Jerónimo.
No obstante, la veneración a esta santa era común desde el siglo VII.
Alrededor de esta fecha existieron las legendarias
actas de su martirio, los cuales fueron incluidos en la colección de Simón
Metafraste, uno de los más renombrados hagiógrafos bizantinos.
Se le representa con manto rojo, cáliz de la sangre
de Cristo, rama de olivo, corona y espada, todos ellos símbolo del martirio.
La leyenda de que su padre fue fulminado por un rayo
causó, probablemente, que fuera considerada por la gente común como la santa
patrona en tiempos de peligro por las tormentas eléctricas y el fuego, y luego,
por analogía, como la protectora de los artilleros y los mineros.
También se le invoca como intercesora para asegurar
el recibimiento la confesión y le Eucaristía en la hora de la muerte.
SAN JUAN DAMASCENO,
DEFENSOR DE LA
VENERACIÓN DE IMÁGENES
4 DE DICIEMBRE
El 4 de diciembre la Iglesia celebra la Fiesta de
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia y defensor de la veneración de
imágenes y reliquias de los santos. “Dado que ahora Dios ha sido visto en la
carne y ha vivido entre los hombres, yo represento lo que es visible en Dios”,
escribió el santo.
San Juan nació en Damasco, capital de Siria, y de
aquí proviene su gentilicio de Damasceno. Vivió entre los siglos VII y VIII y
creció en una familia cristiana acomodada. Insatisfecho de la vida de la corte,
ingresó al monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén.
Fue ordenado sacerdote y, sin alejarse del
monasterio, se dedicó a la ascesis, la actividad literaria y pastoral.
Por aquel entonces, el emperador de Constantinopla,
León el Isaurico, prohibió el culto a las imágenes, siguiendo a los
iconoclastas que acusaban a los católicos de adorar imágenes. Iconoclasta es
una herejía que afirma que es superstición el uso de una imagen religiosa y
pide que se destruya. Por ello los iconoclastas destruían las imágenes y perseguían
a los que las veneraban.
San Juan Damasceno defendió esta veneración en sus
tres “Discursos contra quienes calumnian las imágenes santas”. El santo
escribió: “Yo no venero la materia, sino al creador de la materia, que se hizo
materia por mí y se dignó habitar en la materia y realizar mi salvación a
través de la materia”.
“¿No es materia el madero de la cruz tres veces
bendita? (...) ¿Y no son materia la tinta y el libro santísimo de los
Evangelios? ¿No es materia el altar salvífico que nos proporciona el pan de
vida? (...) Y antes que nada, ¿no son materia la carne y la sangre de mi
Señor?”, añadió.
Sobre las reliquias de los santos, San Juan
Damasceno sostuvo que "ante todo (veneramos) a aquellos en quienes ha
habitado Dios, el único santo, que mora en los santos, como la santa Madre de
Dios y todos los santos”.
“Estos son los que, en la medida de lo posible, se
han hecho semejantes a Dios con su voluntad y por la inhabitación y la ayuda de
Dios, son llamados realmente dioses, no por naturaleza, sino por contingencia,
como el hierro al rojo vivo es llamado fuego, no por naturaleza sino por
contingencia y por participación del fuego. De hecho dice: ‘Seréis santos,
porque yo soy santo’”, recordó.
San Juan Damasceno muere a mediados del S. VIII. El
Segundo Concilio de Nicea (787) respaldó lo que el santo tanto defendió, pues
señaló que las imágenes pueden ser expuestas y veneradas legítimamente porque
el respeto que se les muestra va dirigido a la persona que representan. Papa
León XIII lo proclamó Doctor de la Iglesia Universal en 1890.
SAN SABAS DE CAPADOCIA, ABAD
5 DE DICIEMBRE
San Sabas de
Capadocia fue uno de los monjes más famosos de la antigüedad. Vivió sobre todo
en Palestina a mediados del siglo V y se dedicó a la vida de oración,
meditación y dirección espiritual.
El principal de
sus monasterios, la Gran Laura de San Sabas, llamado así en su honor, se
encuentra a unos 16 kilómetros de Jerusalén cerca del Mar Muerto y es uno de
los tres monasterios más antiguos que existen en el mundo.
En aquel lugar
San Sabas llegó a ser maestro de varios monjes entre los cuales destacan cinco
santos: San Juan Damasceno, San Afrodisio, San Teófanes de Nicea, San Cosme de
Majuma y San Teodoro de Edesa.
San Sabas nació
en Cesárea de Capadocia, hoy Turquía, en el año 439. Fue hijo de un comandante
del ejército, quien tuvo que partir a lejanas tierras y lo dejó confiado a un
tío.
Cuando tenía
ocho años sufrió el desprecio de sus parientes y por tal motivo decidió
retirarse a un monasterio. Tras pasar varios años como monje ejemplar en su tierra,
decidió partir a Jerusalén para aprender de la santidad con los monjes de ese
país.
Se dedicó a una
vida llena de oración y penitencia. Trabajaba diez horas al día, hacía canastos
y los vendía para poder llevar alimentos a los más ancianos y débiles.
El santo pasó
cuatro años seguidos en el desierto sin hablar con nadie. Luego empezaron a
llegar monjes a pedirle que los dirigiera hacia la santidad a lo que el santo
accedió.
Llegó a tener
150 monjes cerca del Mar Muerto, y cuando tuvo 50 años fue ordenado sacerdote
por el Arzobispo de Jerusalén, y nombrado jefe de todos los monjes de Tierra
Santa. Con la herencia que le dejaron sus padres construyó dos hospitales.
En tres
ocasiones fue enviado a Constantinopla, residencia del emperador, a obtener que
este no apoyara a los herejes y que favoreciera a Tierra Santa.
Murió el 5 de
diciembre del año 532 a los 94 años de edad.

SAN NICOLÁS,
PATRONO DE LOS NIÑOS, MARINEROS Y
VIAJEROS
6 DE DICIEMBRE
Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y
regalos a los niños, y como en alemán se llama "San Nikolaus", lo
empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de
rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos
y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan
Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el
Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.
Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre
los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como
sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre
los pobres e ingresó a un monasterio.
Según la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y
sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo
obispo, ya que el anterior había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al
próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento sin saber lo que
ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Fue muy
querido por la cantidad de milagros que concedió a los fieles.
En la época del Licino, quien decretó una persecución contra los
cristianos, Nicolás fue encarcelado y azotado. Con Constantino fueron liberados
él y los demás prisioneros cristianos. Se dice que el santo logró impedir que
los herejes arrianos entrasen a la ciudad de Mira.
El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás
de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás
de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de
católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la
ciudad de Bari, en Italia.
En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión,
que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia,
de Grecia y de Turquía.

SAN AMBROSIO
OBISPO DE MILÁN Y MENTOR DE SAN AGUSTÍN
San Ambrosio cuyo
nombre significa "Inmortal" es uno de los más famosos doctores que la
Iglesia de occidente tuvo en la antigüedad junto con San Agustín, San Jerónimo
y San León.
Cuando apenas
tenía 30 años fue nombrado gobernador de todo el norte de Italia, con
residencia en Milán, y posteriormente, fue elegido Obispo de esta ciudad por
clamor popular. San Ambrosio se negó a aceptar el cargo pues no era sacerdote,
pero se hicieron memoriales y el Emperador mandó un decreto señalando que el
santo debía aceptar ese cargo. Desde entonces se dedicó por horas y días a
estudiar las Sagradas Escrituras hasta llegar a comprenderla maravillosamente.
San Ambrosio
componía hermosos cantos y los enseñaba al pueblo; además, escribió muy bellos
libros explicando la Biblia, y aconsejando métodos prácticos para progresar en
la santidad. Especialmente famoso se hizo un tratado que compuso acerca de la
virginidad y de la pureza. Además de su sabiduría para escribir, tenía el don
de la diplomacia siendo llamado muchas veces por el alto gobierno como
embajador del país para obtener tratados de paz cuando se suscitaba algún
conflicto.
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA
CONCEPCIÓN
PATRONA DE LA ORDEN FRANCISCANA
"Declaramos, pronunciamos y definimos que la
doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de
su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en
previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano,
preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios,
por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.
"Dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de
diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.
SAN JUAN DIEGO,
EL VIDENTE DE LA VIRGEN DE GUADALUPE
9 DE DICIEMBRE
“¡Amado
Juan Diego, ‘el águila que habla’! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen
Morena del Tepeyac, para que ella nos reciba en lo íntimo de su corazón”, dijo
San Juan Pablo II en la canonización de San Juan Diego, el vidente de la Virgen
de Guadalupe, y cuya fiestase celebra cada 9 de diciembre.
Según
la tradición, San Juan Diego nació en 1474 en Cuauhtitlán, entonces reino de
Texcoco, perteneciente a la etnia de los chichimecas, y hoy territorio
mexicano. Su nombre era Cuauhtlatoatzin, que en su lengua materna significaba
“Águila que habla” o “El que habla con un águila”.
Siendo
adulto y padre de familia, se sintió atraído por la doctrina de los sacerdotes
franciscanos que llegaron a México en 1524 y recibió el bautismo con su esposa
María Lucía. Los dos se casaron cristianamente, pero tiempo después falleció su
esposa.
El
9 de diciembre de 1531 se le apareció, en el cerro del Tepeyac, la Virgen
María, quien se presentó como “la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre
del verdadero Dios”. La Virgen le encomendó que en su nombre le pidiese al
Obispo Capitalino, el franciscano Fray Juan de Zumárraga, la construcción de
una Iglesia en el lugar de la aparición.
El
Obispo no aceptó la idea y la Virgen le pidió que insistiera. Al día siguiente,
Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina
cristiana y le pidió pruebas objetivas del prodigio.
El
martes 12 de diciembre, la Virgen se le presentó y lo consoló, invitándolo a
subir a la cima de la colina del Tepeyac para que recogiera flores y se las
trajera. A pesar de la estación invernal y la aridez del lugar, San Juan Diego
encontró flores muy hermosas y la colocó en su “tilma”. La Virgen luego le
mandó que se las presentara al Obispo.
Estando
frente al Prelado, el Santo abrió su “tilma” y dejó caer las flores. En el
tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe, que desde ese momento se
convirtió en el corazón espiritual de la Iglesia en México y en una de las
mayores devociones marianas que permanece con fuerza hasta nuestros días.
San
Juan Diego, con el permiso del Obispo, pasó a vivir en una pobre casa junto al
templo de la “Señora del Cielo”. Limpiaba la capilla y acogía a los peregrinos
que visitaban el lugar, donde hoy se eleva un gran templo.
El
laico San Juan Diego partió a la Casa del Padre en 1548 y gozó de tanta estima
que sus contemporáneos solían decir: “Que Dios te haga como Juan Diego”. Fue
beatificado por San Juan Pablo II en 1990 y canonizado por el Papa peregrino en
el 2002.
SANTA NARCISA DE JESÚS, MODELO DE CATEQUISTA
9 DE DICIEMBRE
Santa
Narcisa de Jesús fue una laica y catequista cuya espiritualidad “está basada en
el escondimiento a los ojos del mundo, viviendo en la más profunda humildad y
pobreza, ofreciendo al Señor sus penitencias como holocausto para la salvación
de los hombres”, así lo expresó San Juan Pablo II el día de su beatificación en
1992.
Narcisa
de Jesús nació en Nobol, Ecuador, a fines de 1832. Sus padres fueron Pedro
Martillo Mosquera y Josefina Morán, campesinos profundamente creyentes y
sencillos que fallecieron cuando Narcisa era muy joven.
Desde
los 15 años trabajó como costurera y se volvió una excelente catequista para
sus hermanos y niños del vecindario. En ese tiempo comenzó a leer sobre la vida
de Mariana de Jesús y adoptó su espiritualidad.
En
1852 se trasladó a Guayaquil y se hospedó con una familia muy conocida que
habitaba junto a la catedral. Allí vivió por más de 15 años dedicada a la
oración, al trabajo manual y a la caridad atendiendo a pobres y enfermos.
Fue
dócil a las directrices de sus directores espirituales, y compartió ideales, y
a veces vivienda, con la Beata Mercedes de Jesús Molina.
A
principios de 1868 viajó a Lima en Perú y allí continuó su vida virtuosa como
laica, alojada en la Casa de las Hermanas de la Orden Laical de Santo Domingo,
hasta su muerte a causa de unas fiebres el 8 de diciembre de 1869, día de la
Inmaculada Concepción.
Se
supo después que cumplió un voto privado de virginidad perpetua, de pobreza,
obediencia, clausura, eremitismo, ayuno a pan y agua, comunión diaria,
confesión, mortificación y oración. Todos estos votos los mantuvo fielmente.
Su
cuerpo fue trasladado a Guayaquil en 1955 y ahora permanece en Nobol, su pueblo
natal.
Narcisa
fue beatificada el 25 de octubre de 1992 por San Juan Pablo II. Se le atribuyó
el milagro de curación de cáncer de Juan Bautista Pesantes Peñaranda en 1967.
El
12 de octubre 2008 fue canonizada por el Papa Benedicto XVI. El milagro
consistió en la sanación de la niña de 7 años Edermina Arellano, que había
nacido sin órgano genital. Los médicos a cargo del estudio del caso concluyeron
que Edermina recibió en 1992: “la restitución completa del defecto anatómico,
congénito, de manera imprevista, completa y duradera, científicamente inexplicable”.
FIESTA DE LA TRASLACIÓN
DE LA CASA DE LA VIRGEN DE LORETO
10 DE DICIEMBRE
Según
la tradición, la Santa Casa de Loreto es la misma Casa de Nazaret en la que se
dio el Anuncio del Ángel, fue concebido Jesucristo y donde el Señor vivió con José
y la Virgen. Aquí la historia de cómo milagrosamente “voló” esta Casa desde la
Tierra de Jesús hasta Loreto, Italia, y cuya fiesta se celebra cada 10 de
diciembre.
La
Santa Casa en Nazaret tenía dos partes, una pequeña gruta y una estructura de
ladrillos que se extendía desde la entrada de la gruta.
En
1291 los Sarracenos conquistaron Tierra Santa y quisieron destruir todos los
lugares sagrados del cristianismo. Cuando llegaron a las proximidades de
Nazaret, los enemigos se decían: “nunca más los cristianos celebrarán aquí la
Anunciación”.
Una
basílica construida sobre la Casa había sido destruida en dos ocasiones (1090 y
1263), pero la Casa quedaba intacta. Sin embargo, los cruzados no pudieron
volver a reconstruirla y el hogar de María quedó sin protección.
Según
la tradición del traslado, cuando los cruzados perdían el control en Tierra
Santa, el Señor envió a sus ángeles con la consigna de que movieran la Casa a
un lugar seguro.
El
12 de mayo de 1291 así lo hicieron y los ángeles la trasladaron a un poblado
llamado Tersatto, en Croacia. Por la mañana, los vecinos se quedaron asombrados
al ver la Casa sin cimientos y sin saber cómo llegó.
En
el interior encontraron un altar de piedra y encima una estatua de cedro de la
Virgen María con el niño Jesús en brazos. El niño sostenía con su mano
izquierda una esfera de oro que representaba al mundo y sus dos dedos de la
mano derecha estaban extendidos, como bendiciendo. Ambos vestían una especie de
batas y tenían coronas de oro.
Días
después la Virgen se le apareció a un sacerdote del lugar y le explicó el lugar
de procedencia de la Casa. María le dijo: "debes saber que la casa que
recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y
crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de
todas las cosas. Aquí, el Verbo se hizo carne”.
“El
altar que fue trasladado con la casa fue consagrado por Pedro, el Príncipe de
los Apóstoles. Esta casa ha venido de Nazaret a tu tierra por el poder de Dios,
para el cual nada es imposible”, añadió.
A
modo de prueba veraz de todo lo que la Virgen le comunicó, el presbítero fue
sanado. El cura, que había estado enfermo por mucho tiempo, anunció el milagro
y comenzaron las peregrinaciones. Los habitantes elevaron sobre la Casa un
edificio sencillo para protegerla de la naturaleza.
Después
de tres años y cinco meses, un 10 de diciembre de 1294, la Casa desapareció de
Tersatto y unos pastores de Loreto, en Italia, dijeron haber visto una casa
volando sobre el mar y sostenida por unos ángeles. La tradición señala que un
ángel con capa roja, San Miguel, dirigía a los otros y la Virgen con el Niño
estaban sentados sobre la Casa.
Los
ángeles bajaron el recinto a un lugar llamado Banderuola y posteriormente la
llevaron a un cerro, en medio de una finca, para luego ser trasladada a otro
cerro. Fue puesta en medio del camino y ha ocupado ese sitio por más de 700
años.
Dos
años después, la Virgen se le presentó a Pablo, un ermitaño, a quien le contó
el origen y la historia de la Santa Casa. Él lo compartió a las personas del
pueblo y se iniciaron gestiones para verificar la autenticidad.
Los
expertos fueron a Tersatto y vieron que la réplica que habían hecho los
aldeanos medía exactamente lo mismo que la de Loreto y que muchos elementos
coincidían. En Nazaret constataron que las medidas de la fundación eran exactas
a las de la Casa en Loreto y la maqueta construida en Tersatto.
Después
de 6 meses regresaron a Loreto y se declaró la autenticidad de la Santa Casa,
que no tiene cimientos porque estos se quedaron en Nazaret.
Con
el tiempo, muchos peregrinos se acercaban al santuario y el Papa Clemente VII
mandó a cerrar la puerta original y que se construyeran tres puertas para que
la gente no se pelee por haber una sola puerta de entrada y salida.
Nadie
le había pedido permiso a la Virgen por lo que cuando el arquitecto cogió su
martillo para comenzar, su mano empezó a temblar. Después de eso nadie quiso
hacer el trabajo, hasta que un clérigo aceptó y de rodillas le dijo a la Madre
de Dios que este era un encargo del Papa y que si ella estaba enojada, que se
la tomara con el Pontífice.
El
clérigo pudo completar su trabajo y las personas de Loreto quisieron proteger
la Casa poniéndole una pared de ladrillo. Cuando terminaron, la pared se separó
de la Casa y por eso hay un espacio entre la Santa Casa y la pared construida.
En
otra ocasión, un Obispo de Portugal, con el permiso del Papa, mandó a su
secretario a sacar una piedra y llevarla para construir una Iglesia en honor a
la Virgen de Loreto. El Obispo enfermó y cuando llegó el secretario, el Obispo
estaba casi muerto.
El
Obispo pidió a unas hermanas religiosas que rezaran por él y días después
recibió un mensaje: “nuestra Señora dice, si el Obispo desea recuperarse, debe
devolver a la Virgen lo que él se ha llevado". El Obispo y el secretario
se quedaron desconcertados porque nadie sabía lo de la piedra. El secretario
devolvió el objeto y el Obispo se recuperó.
Por
esta razón, los Papas han prohibido que se extraiga alguna parte de la Santa
Casa.
Grandes
santos han pasado por esta Casa como San Francisco de Sales, Santa Teresa de
Lisieux, San Maximiliano Kolbe, San Juan XXIII y San Juan Pablo II.
La
tradición que cuenta la traslación hecha por los ángeles no sería la única
explicación de la Santa Casa en Loreto, sino que también hay documentos que
indicarían que el responsable sería un comerciante llamado Nicéforo Angelo del
S. XIII. En todo caso, el traslado sin
duda tuvo la protección y guía del cielo.
SANTA MARAVILLAS DE JESÚS,
DE LA ORDEN DE LAS CARMELITAS DESCALZAS
11 DE DICIEMBRE
“Lo
que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera”, solía repetir Santa
Maravillas de Jesús, religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas y cuya
fiesta se celebra cada 11 de diciembre. Así como Santa Teresa de Jesús, fundó
varios carmelos.
María
de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán nació en Madrid, España, en 1891. Su
padre llegó a ser Embajador de España ante la Santa Sede. Desde pequeña sintió
una llamada a consagrarse al Señor en virginidad. En su adolescencia y juventud
realizó muchas obras de caridad a los más necesitados.
Le
gustaba leer mucho las obras de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz.
Es así que ingresó a las Carmelitas Descalzas de El Escorial (Madrid) en 1919 y
recibió el nombre de Maravillas de Jesús.
En
1923 recibió la inspiración de fundar un carmelo en el Cerro de los Ángeles, en
el centro geográfico de España, donde se había elevado un monumento al Sagrado
Corazón de Jesús. Con ayuda del Obispo de Madrid-Alcalá se pudo llevar adelante
esta obra. Hizo su profesión solemne y en 1926 se inauguró el convento, siendo
ella priora de la comunidad.
Ante
la presencia de muchas vocaciones, la Madre Maravillas vio la señal de Dios
para fundar nuevas “Casas de la Virgen”. Es así que en 1933, fundó otro Carmelo
en Kottayam (India) y envió ocho monjas.
En
la persecución religiosa en España, a partir de 1931, en las noches pasaba
muchas horas orando desde su Carmelo y contemplando el monumento al Sagrado
Corazón. Obtuvo del Papa Pío XI el permiso de salir con su comunidad,
exponiendo su vida.
En
1936 la Carmelitas fueron expulsadas de su convento y llevadas a las Ursulinas
de Getafe. Después las hermanas se refugiaron en un piso (departamento) de una
calle de Madrid y se vieron expuestas a privaciones y amenazas.
Al
año siguiente, pasando por Lourdes, llegaron al abandonado “desierto” de Las
Batuecas, en Salamanca, que se había adquirido antes de la guerra. Allí, a
petición del Obispo de Coria-Cáceres fundó otro Carmelo y que años más tarde
sería cedido a los padres carmelitas descalzos.
En
1939 retorna al Carmelo de El Cerro de los Ángeles, que se encontraba
totalmente destruido, y la Madre Maravillas fue elegida nuevamente priora por
su testimonio de fe, fortaleza y confianza en Dios que había demostrado todo
este tiempo. Desde entonces realizó la fundación de muchos otros carmelos.
En
1961 fundó el de La Aldehuela, Madrid, en el que fue elegida priora y donde
viviría hasta sus últimos días. La Santa Madre Maravillas continuó ayudando a
los más necesitados, edificó una Iglesia, un colegio y sostuvo a muchos
seminaristas para que llegaran a ser sacerdotes. Con una fundación benéfica
ayudó a religiosas enfermas.
Todo
esto y muchos servicios más fueron iniciados sin medios económicos, pero Santa
Maravillas confiaba siempre en la providencia de Dios. Se sentía feliz de ser
carmelita descalza e “hija de nuestra santa madre Teresa”. Obtuvo de la Santa
Sede la aprobación de la “Asociación de Santa Teresa”, integrada por los
carmelos fundados por ella y otros.
Irradiaba
paz, dulzura en sus palabras y gestos. Fue una gran mística y tenía la
capacidad de contagiar el amor de Dios. Partió a la Casa del Padre un 11 de
diciembre de 1974. Sus últimas palabras fueron: “¡Qué felicidad morir
carmelita!”
San
Juan Pablo II la canonizó en el 2003 y sus reliquias permanecen en la Iglesia
del Carmelo de La Aldehuela.
SANTA LUCIA, VIRGEN Y MÁRTIR
13 DE DICIEMBRE
A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente
con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían
arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.
Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y
gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la
humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a
dos conventos femeninos que él fundó.
Según la tradición, cuando la santa era muy niña
hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la
juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía
finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente,
rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa
era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de
persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a
adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser
decapitada.
SAN JUAN DE LA CRUZ, DOCTOR DE LA
IGLESIA
14 DE DICIEMBRE
Nació en
Fontiveros, provincia de Ávila (España), hacia el año 1542. Pasados algunos
años en la Orden de los carmelitas, fue, a instancias de santa Teresa de Ávila,
el primero que, a partir de 1568, se declaró a favor de su reforma, por la que
soportó innumerables sufrimientos y trabajos. Murió en Úbeda el año 1591, con
gran fama de santidad y sabiduría, de las que dan testimonio precioso sus
escritos espirituales.
SANTA MARÍA DE LA ROSA,
FUNDADORA DE LAS SIERVAS DE LA CARIDAD
15 DE DICIEMBRE
Santa
María de la Rosa fue una religiosa italiana, enfermera y fundadora de la
Comunidad de las Siervas de la Caridad.
Nació
en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al
servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las
campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y
madurar en la fe católica.
Además,
en su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres.
En
1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían
quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y
los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que
gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad.
Desempeñó
ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su
propia obra abriendo un internado para niñas huérfanas o muy pobres. Poco
después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.
En
1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres para atender a los enfermos
de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa.
Las
mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al
principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas
personas admiraban la obra que ellas hacían en los hospitales, atendiendo a los
más abandonados y enfermos de gravedad.
En
1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío IX aprobara su consagración. Murió
el 15 de diciembre de 1855.
SANTA ADELAIDA,
EMPERATRIZ DEL SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO
16 DE DICIEMBRE
Santa
Adelaida de Borgoña fue esposa del emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico, Otón I. A lo largo de su vida se dedicó a socorrer a los pobres,
edificar templos y ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Asimismo,
la emperatriz tuvo grandes directores espirituales, entre ellos varios santos
como San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. Este último escribió: "La
vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad".
Adelaida
nació entre los años 928 y 933 en el reino de Borgoña (actual Francia). Fue
hija del rey Rodolfo, el cual murió cuando ella tenía seis años. Muy joven
contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia, pero quedó viuda a los 19.
Un
usurpador llamado Berengario quiso casarla con su hijo para consolidar su
poder, pero cuando Adelaida se negó, la encerró en una prisión y le quitó todos
sus poderes y títulos. Sin embargo, ella aceptó todo como venido de las manos
de Dios y dedicó varios meses a la oración.
Los
carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina ¡No grita, no se
desespera, no insulta. Solo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Fue
rescatada por el rey alemán Oton I, de quien se enamoró y se unió en matrimonio
en el 951. Un año después Otón I fue coronado emperador en Roma por el Papa
Juan XI.
Santa
Adelaida enviudó nuevamente en el 973 y fue maltratada por su hijastro, el
emperador Otón II, que a su vez fue influenciado por su esposa Teofana,
procedente de Constantinopla. Al morir Otón II durante una guerra, siendo Oton
III muy pequeño, Teofana tomó autoridad como regente y trato duramente a
Adelaida.
Por
su parte, la Santa decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo
para tantas pérdidas y desventuras". A pesar del sufrimiento, Santa
Adelaida respondía a quienes les trataban mal con bondad y mansedumbre.
Teofana
murió tras sufrir una enfermedad en 991 y Adelaida volvió a la corte como
regente. Usó su poder para evangelizar y ayudar a los pobres, y construir y
restaurar monasterios e iglesias.
Cuando
su nieto Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio,
y allí pasó sus últimos días dedicada a la oración y a meditar en las verdades
eternas. Murió el 16 de diciembre del año 999.
La
santa tiene múltiples patronazgos entre los que destacan: patrona de las
víctimas de abuso, novias, emperatrices, exilados, prisioneros, segundas
nupcias, viudas, entre otros.
SAN LÁZARO,
EL AMIGO QUE JESÚS RESUCITÓ
17 DE DICIE
MBRE
El
17 de diciembre es fiesta de San Lázaro, hermano de Marta y María, a quien el
Señor resucitó después de cuatro días de fallecido. Etimológicamente su nombre
significa “Dios ayuda” y tuvo la gracia de ser el protagonista de uno de los
milagros más impresionantes de Jesucristo.
Según
las Sagradas Escrituras (Jn. 11, 1 - 44), Lázaro enfermó gravemente y dos de
sus hermanas, Marta y María, enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde
se encontraba Jesús con el siguiente mensaje: "Señor, el que tú amas, está
enfermo".
San
Lázaro fallece y recién al cuarto día llegó el Señor. Jesús habló con cada una
de las hermanas y lloró. Los judíos que estaban allí exclamaron: “¡Cómo lo
amaba!”.
Jesús
frente al sepulcro dijo: “¡Lázaro, ven afuera!”. Y Lázaro se levantó.
De
esta manera fue resucitado milagrosamente el amigo de Jesús.
NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA.
MADRE DEL SALVADOR
La primera venida del Señor se
realizó gracias a ella. Y, por ello, todas las generaciones le llamamos
Bienaventurada. Hoy, que preparamos, cada año, una nueva venida, los ojos de la
Iglesia se vuelven a ella, para aprender, con estremecimiento y humildad
agradecida, cómo se espera y cómo se prepara la venida del Emmanuel: del Dios
con nosotros. Más aún, para aprender también cómo se da al mundo el Salvador.
Sobre el papel de la Virgen María
en la venida del Señor, la liturgia del Adviento ofrece dos síntesis, en los
prefacios II y IV de este tiempo:
"...Cristo Señor nuestro, a
quien todos los profetas anunciaron, la Virgen esperó con inefable amor de
Madre, Juan lo proclamó ya próximo y señaló después entre los hombres. El mismo
Señor nos concede ahora prepararnos con alegría al Misterio de su Nacimiento,
para encontrarnos así, cuando llegue, velando en oración y cantando su
alabanza".
"Te alabamos, te bendecimos
y te glorificamos por el Misterio de la Virgen Madre. Porque, si del antiguo
adversario nos vino la ruina, en el seno de la Hija de Sión ha germinado aquél
que nos nutre con el pan de los ángeles, y ha brotado para todo el género
humano la salvación y la paz. La gracia que Eva nos arrebató nos ha sido
devuelta en María. En ella, madre de todos los hombres, la maternidad, redimida
del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva. Así, donde había
crecido el pecado, se ha desbordado tu misericordia en Cristo nuestro Salvador.
Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo, unidos a los ángeles
y a los santos, cantamos el himno de tu gloria..."
La Virgen Inmaculada fue y sigue
siendo el personaje de los personajes del Adviento: de la venida del Señor. Por
eso, cada día, durante el Adviento, se evoca, se agradece, se canta, se
glorifica y enaltece a aquella que fue la que accedió libremente a ser la madre
de nuestro Salvador "el Mesías, el Señor" (Lc 2,11).
Entresaco tres textos de los
tantos que uno se encuentra en honor de la Bienaventurada Madre de Dios, en
todo este Misterio preparado y realizado. Son de la solemnidad de santa María
Madre de Dios:
"¡Qué admirable intercambio!
El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una virgen y,
hecho hombre sin concurso de varón, nos da parte en su divinidad"
(antífona de las primeras Vísperas).
"La Madre ha dado a luz al
Rey, cuyo nombre es eterno; la que lo ha engendrado tiene al mismo tiempo el
gozo de la maternidad y la gloria de la virginidad: un prodigio tal no se ha
visto nunca, ni se verá de nuevo. Aleluya" (antífona de Laudes).
"Por el gran amor que Dios
nos tiene, nos ha mandado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado:
nacido de una mujer, nacido bajo la ley. Aleluya" (antífona del Magníficat
primeras Vísperas).
A partir de la segunda parte del
Adviento, la preponderancia de la Madre Inmaculada es tan grande, que ella
aparece como el centro del Misterio preparado e iniciado. Así las lecturas
evangélicas del IV Domingo, en los tres ciclos, están dedicadas a María. Y en
las misas propias de los días 17 al 24, correspondientes a las antífonas de la
O, todo gira alrededor de ella. Y con razón.
"Los profetas anunciaron que
el Salvador nacería de María Virgen" (Tercia) - "El ángel Gabriel
saludó a María, diciendo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres" (Sexta) - "María dijo: ¿Qué significa
este saludo? Me quedo perpleja ante estas palabras de que daré a luz un Rey sin
perder mi virginidad" (Nona).
En las vísperas del primer
domingo de Adviento, la antífona del Magnificat está tomada del evangelio de la
anunciación: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo".
El lunes de esta primera semana,
en las vísperas, la antífona del Magnificat será: "El ángel del Señor
anunció a María y concibió por obra del Espíritu Santo".
En las vísperas del jueves se
canta: "Bendita tú entre las mujeres". En las vísperas del segundo
domingo de Adviento: "Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te
ha dicho el Señor se cumplirá". En los laudes del miércoles hay una
lectura tomada del capítulo 7 de Isaías: "Mirad: la Virgen ha concebido y
dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel...". El responsorio
del viernes después de la segunda lectura del oficio, está tomado del evangelio
de la anunciación en Lc 1, 26, etc... Y podríamos continuar con una larga
enumeración.
Esta enumeración interesa porque
muestra cómo la presencia de la Virgen es constante en los Oficios de Adviento,
así como en el recuerdo de la primera venida de su Hijo y en la tensión de su
vuelta al final de los tiempos.
Aunque Navidad es para María la
fiesta más señalada de su maternidad, el Adviento, que prepara esta fiesta, es
para ella un tiempo de elección y de particular preparación.
BEATO URBANO V, PAPA
19 DE DICIEMBRE
El
Beato Urbano V fue el Papa 200 de la Iglesia Católica entre los años 1362 y
1370, una de las épocas más difíciles conocida como "el destierro de
Avignon, o destierro de Babilonia".
Durante
este periodo los Papas tuvieron que salir de Roma a causa de las continuas e
insostenibles revoluciones. Se establecieron en Avignon, una ciudad francesa,
poco después del año 1300.
Tras
la muerte del Papa Inocencio VI en diciembre de 1361, Urbano V, que en un solo
día había sido consagrado Obispo, fue elegido Pontífice en 1362 y se trasladó
de Italia a Aviñón.
Urbano
V nació en Languedoc, Francia, en 1310. Hizo sus estudios universitarios y
entró de monje benedictino. Fue superior de los principales conventos de su
comunidad y tenía cualidades para la diplomacia. Por ello, varios Pontífices lo
emplearon como nuncio.
Como
Papa se propuso acabar con los abusos, quitando los lujos de su palacio y de
sus colaboradores. Se preocupó de que el grupo de sus empleados en la Corte
Pontificia fuera un verdadero modelo de vida cristiana.
Entregó
los principales cargos eclesiásticos a personas de reconocida virtud y luchó
fuertemente para acabar con las malas costumbres. Al mismo tiempo trabajó
seriamente para elevar el nivel cultural del pueblo y fundó una academia para
enseñar medicina.
Con
la ayuda de los franciscanos y de los dominicos emprendió la evangelización de
Bulgaria, Ucrania, Bosnia, Albania, Lituania, y hasta logró enviar misioneros a
la lejana Mongolia.
Lo
más notorio de este Santo Pontífice es que volvió a Roma después de que ningún
Papa lo había hecho desde hacía más de 50 años. Sin embargo, la ciudad se
hallaba en estado de abandono y deterioro.
Urbano
V mandó a reconstruir los monumentos y edificios religiosos de Roma, y
estableció su residencia en el Vaticano. No obstante, se produjo una nueva
guerra entre Francia e Inglaterra, y Urbano, que se encontraba bastante
enfermo, dispuso retornar a Francia en 1370.
Santa
Brígida le anunció que si abandonaba Roma moriría. El 5 de diciembre salió de
Roma y el 19 de diciembre falleció.
Le
sucedió el Papa Gregorio XI y fue beatificado en 1870.
SANTO DOMINGO DE SILOS,
UN GRAN
ABAD DEFENSOR DE LA JUSTICIA
20 DE DICIEMBRE
“El evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer – que
sólo al que al infierno puede echar el ama, a ese debo temer", le dijo un
día Santo Domingo de Silos a un rey que abusaba de su poder. Su fiesta se
celebra cada 20 de diciembre. Conozca el por qué muchas madres se encomiendan a
él para tener un buen parto.
Domingo de Silos es el primero de varios santos con este
nombre, el cual significa “consagrado a Dios”. Nació en la villa de Cañas,
entonces reino de Navarra y hoy actual España, por el año 1000. Fue hijo de
agricultores y ayudante del párroco del pueblo. Fue ordenado sacerdote a los 26
años, algo considerado muy temprano en aquella época.
Después de una experiencia eremítica, ingresó al
monasterio benedictino de San Milán de la Cogolla. Más adelante fue nombrado
prior de Santa María de Cañas, donde demostró su habilidad administrativa que
hizo prosperar el priorato. Luego lo nombraron prior mayor del monasterio.
Cierta ocasión el rey se presentó en el monasterio
buscando abastecerse de sus bienes. Domingo le dijo: "Puedes matar el
cuerpo y a la carne hacer sufrir. Pero sobre el alma no tienes ningún poder”.
El rey enfurecido logró que el abad lo desterrara al priorato de San Cristóbal
o también llamado Tres Celdas.
Posteriormente, el santo va Castilla donde el rey
Fernando le ofreció protección y se instaló en una ermita perteneciente al
monasterio de San Millán. El rey propuso a Domingo como abad del monasterio de
San Sebastián de Silos, que se encontraba en gran declive. La prosperidad
empezó a llegar a esa obra por la vida fervorosa que se llevaba en la comunidad
y las actividades culturales y artesanas que se realizaban. El monasterio de
Silos llegó a ser uno de los más famosos de España.
Santo Domingo logró la liberación de cristianos
prisioneros y esclavos de los musulmanes. Sus oraciones a Dios lograban que
muchos se curaran. Era bien conocido por ayudar a los necesitados, pero no se
dejaba engañar.
Una noche, los ladrones quisieron robarse la cosecha del
monasterio. El Santo los dejó trabajar sin hacer nada y cuando ya tenían todo
recogido en costales, mandó a los monges con garrotes a decirles que les
agradecían por haberlos reemplazado en recoger la cosecha y que se podían ir. A
los ladrones, para que no se fueran tristes, les envió como pago de su trabajo
un buen desayuno.
Profetizó la fecha de su muerte y un 20 de diciembre de
1073 partió a la Casa del Padre. 96 años después de fallecido se apareció en
sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo
que sería un gran apóstol. Es por ello que al niño le pusieron de nombre
Domingo y por las que muchas embarazadas se encomiendan a Santo Domingo de
Silos por un buen parto.
SAN PEDRO CANISIO, DOCTOR DE LA IGLESIA
21 DE DICIEMBRE
San
Pedro Canisio fue un teólogo jesuita holandés declarado Doctor de la Iglesia,
llamado "el segundo evangelizador de Alemania" después de San
Bonifacio, así como el "martillo de los herejes" debido a que criticaba
los errores de los protestantes con claridad y elocuencia.
Asimismo,
es venerado como uno de los creadores de la prensa católica y el primero de
muchos escritores prestigiosos de la Compañía de Jesús.
Nació
en Nimega, Holanda en 1521. A los 19 años, consiguió la licenciatura en
teología, y para complacer a su padre se especializó en derecho.
Sin
embargo, tras realizar algunos ejercicios espirituales con San Pedro Favro, que
era compañero de San Ignacio de Loyola, se entusiasmó por la vida religiosa y
prometió a Dios hacerse jesuita.
Fue
admitido en la comunidad y los primeros años de religioso los pasó en Colonia,
Alemania, dedicado a la oración, el estudio, la meditación y la ayuda a los
pobres. Fue muy caritativo y amable con las personas que discutían con él, pero
tremendo e incisivo con los errores de los protestantes.
Pedro
Canisio tenía una especial cualidad para resumir las enseñanzas de los grandes
teólogos y presentarlas de manera sencilla para que el pueblo pudiese entender.
Logró redactar dos Catecismos, uno resumido y otro explicado. Estos dos libros
fueron traducidos a 24 idiomas y en Alemania se propagaron por todo el país.
En
los treinta años de su incansable labor de misionero recorrió treinta mil
kilómetros por Alemania, Austria, Holanda e Italia. Parecía incansable, y a
quien le recomendaba descansar un poco le respondía: "descansaremos en el
cielo".
Fundó
colegios católicos en muchas ciudades de Alemania para formar religiosamente a
los alumnos. Además, ayudó a establecer numerosos seminarios para la formación
de los futuros sacerdotes en el país.
Falleció
en Friburgo el 21 de diciembre de 1597 después de tener una visión de la Virgen
María. El Papa Pío XI, después de canonizarlo, lo declaró Doctor de la Iglesia
en 1925.
SANTA CLOTILDE,
LA REINA QUE CONVIRTIÓ A SU ESPOSO
22 DE DICIEMBRE
Santa
Clotilde es conocida por ser la matriarca de una familia de santos y porque
consiguió la conversión al catolicismo de su esposo, el fundador de la nación
francesa. Se le conmemora cada 22 de diciembre.
Según
la tradición, la Santa era hija del rey de Borgoña y nació en el tiempo de la
caída de Roma. Por aquel entonces Europa occidental era arrasada por bárbaros y
su padre fue asesinado por un “usurpador”, quien encerró a Clotilde en un
castillo. Ella aprovechó este tiempo para la oración y repartir entre los
pobres las ayudas que obtenía.
Clodoveo,
el rey de los francos, atraído por su belleza y sabiduría envió a uno de sus
secretarios para que disfrazado de mendigo hiciera fila para pedir limosna y le
propusiera a Clotilde que aceptara un matrimonio en secreto. Aunque este rey no
era católico, ella recibió la argolla de matrimonio con el fin de convertirlo
al catolicismo.
El
rey comunicó al “usurpador” que había contraído nupcias con Clotilde y que debía
dejarla partir a Francia. Así sucedió y las fiestas de celebración entre los
esposos fueron muy brillantes. Un año después nació el primer hijo y la santa
obtuvo de su esposo que le permitiera bautizarlo como católico, pero poco
después el pequeño murió.
Clodoveo
creyó que eso sucedió por abandonar su religión pagana y se resistió a
convertirse. Ella, en cambio, siguió ganando su voluntad con amabilidad y
rezando por su conversión. Los alemanes atacaron a Clodoveo y él en la terrible
batalla exclamó: "Dios de mi esposa Clotilde, si me concedes la victoria,
te ofrezco que me convertiré a tu religión".
De
manera inesperada el ejército del rey ganó y más adelante Clodoveo se hizo
instruir por el Obispo San Remigio. Es así que en la Navidad de 496 se bautizó
con todos los jefes de su gobierno. Desde aquel entonces en la nación francesa
se profesó la religión católica.
Por
el 511 murió Clodoveo y Santa Clotilde luchó porque reine la paz, pero la
ambición del poder hizo que algunos de sus hijos y familiares murieran en las
guerras civiles por la sucesión.
Santa
Clotilde, desilusionada por tantas guerras, se retiró a Tours y pasó allí el
resto de su vida dedicada a la oración y las buenas obras al servicio de los
pobres, enfermos y afligidos.
Se
dice que sus hijos Clotario y Chidelberto se declararon la guerra y la Santa se
dedicó a rezar fervorosamente por la paz entre ellos. Es así que cuando sus
ejércitos estaban listos para la batalla, una tormenta espantosa estalló y los
combatientes tuvieron que retirarse.
Los
hermanos hicieron las paces y fueron ante su madre para prometerle que ya no
serían enemigos. Días después, Santa Clotilde partió a la Casa del Padre y sus
hijos llevaron su ataúd hasta la tumba del rey Clodoveo.
La
biznieta de la Santa llamada Berta se casó con San Ethelbert de Kent, la hija
de este matrimonio fue Santa Ethelburga, quien convirtió a su esposo el rey San
Edwin.
SAN JUAN CANCIO,
PATRONO DE POLONIA Y LITUANIA
23 DE DICIEMBRE
San Juan Cancio fue un prestigioso sacerdote polaco y
teólogo del siglo XV, considerado como uno de los patronos de su país y de
Lituania. Se le recuerda por su humildad, buen humor, vida austera; y por donar
casi todo su salario a los necesitados.
El Santo nació en el año 1397 en el pueblo de Kety, Reino
de Polonia. Estudió en la Universidad de Cracovia donde se doctoró en teología,
luego fue ordenado sacerdote muy joven y nombrado profesor de Sagrada Escritura
en la misma casa de estudios.
Cuando predicaba acerca del pecado lloraba al recordar la
ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía
y cambiaba de conducta.
A sus alumnos les repetía estos consejos: "cuídense
de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar,
porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado".
Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente
por él, y la gente lo llegó a llamar "el padre de los pobres" por sus
muchas obras de caridad con los más desvalidos.
Murió el 24 de diciembre de 1473. En su sepulcro se
obraron tantos milagros que se determinó abrir su causa de beatificación.
Fue beatificado en 1676 por el Papa Clemente X y
proclamado Patrono de Polonia y Lituania en 1737. Fue canonizado por el Papa
Clemente XIII el 16 de julio de 1767.
SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR
26 DE DICIEMBRE
A San Esteban se le llama "protomartir" porque
fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los
hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que
entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala
que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser
acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que
Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.
Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el
contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda
la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los
judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no
reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y
lo apedrearon.
Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un
joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de
este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban
decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con
fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo
esto, murió.
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna
sepultura.
SAN JUAN,
APÓSTOL
San Juan, el Evangelista, a quien
se distingue como "el discípulo amado de Jesús" y a quien a menudo le
llaman "el divino" (es decir, el "Teólogo") sobre todo
entre los griegos y en Inglaterra, era un judío de Galilea, hijo de Zebedeo y
hermano de Santiago el Mayor, con quien desempeñaba el oficio de pescador.
Junto con su hermano Santiago, se
hallaba Juan remendando las redes a la orilla del lago de Galilea, cuando
Jesús, que acababa de llamar a su servicio a Pedro y a Andrés, los llamó
también a ellos para que fuesen sus Apóstoles. El propio Jesucristo les puso a
Juan y a Santiago el sobrenombre de Boanerges, o sea "hijos del
trueno" (Lucas 9, 54), aunque no está aclarado si lo hizo como una
recomendación o bien a causa de la violencia de su temperamento.
Se dice que San Juan era el más
joven de los doce Apóstoles y que sobrevivió a todos los demás. Es el único de
los Apóstoles que no murió martirizado.
En el Evangelio que escribió se
refiere a sí mismo, como "el discípulo a quien Jesús amaba", y es
evidente que era de los más íntimos de Jesús. El Señor quiso que estuviese,
junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su transfiguración, así como
durante Su agonía en el Huerto de los Olivos. En muchas otras ocasiones, Jesús
demostró a Juan su predilección o su afecto especial. Por consiguiente, nada
tiene de extraño desde el punto de vista humano, que la esposa de Zebedeo
pidiese al Señor que sus dos hijos llegasen a sentarse junto a Él, uno a la
derecha y el otro a la izquierda, en Su Reino.
Juan fue el elegido para
acompañar a Pedro a la ciudad a fin de preparar la cena de la última Pascua y,
en el curso de aquella última cena, Juan reclinó su cabeza sobre el pecho de
Jesús y fue a Juan a quien el Maestro indicó, no obstante que Pedro formuló la
pregunta, el nombre del discípulo que habría de traicionarle. Es creencia
general la de que era Juan aquel "otro discípulo" que entró con Jesús
ante el tribunal de Caifás, mientras Pedro se quedaba afuera. Juan fue el único
de los Apóstoles que estuvo al pie de la cruz con la Virgen María y las otras
piadosas mujeres y fue él quien recibió el sublime encargo de tomar bajo su
cuidado a la Madre del Redentor. "Mujer, he ahí a tu hijo", murmuró Jesús
a su Madre desde la cruz. "He ahí a tu madre", le dijo a Juan. Y
desde aquel momento, el discípulo la tomó como suya. El Señor nos llamó a todos
hermanos y nos encomendó el amoroso cuidado de Su propia Madre, pero entre
todos los hijos adoptivos de la Virgen María, San Juan fue el primero. Tan sólo
a él le fue dado el privilegio de llevar físicamente a María a su propia casa
como una verdadera madre y honrarla, servirla y cuidarla en persona.
LOS SANTOS INOCENTES
El día de hoy se conmemora a los Niños Inocentes que el
cruel Herodes mandó matar.
Según señala el Evangelio de San Mateo, Herodes llamó a
los Sumos Sacerdotes para preguntarles en qué sitio exacto iba a nacer el rey
de Israel, al que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron:
"Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas
diciendo: "Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá,
porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel"
(Miq. 5, 1).
Entonces Herodes se propuso averiguar exactamente dónde
estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y
fingiendo dijo a los Reyes Magos: - "Vayan y averiguen acerca de ese niño,
cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a
adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les
apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al
Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le
ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. En sueños recibieron el aviso
divino de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros
caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido.
Esto lo enfureció hasta el extremo, por lo que rodeó con su ejército la pequeña
ciudad de Belén, y dio la orden de matar a todos los niñitos menores de dos
años, en la ciudad y alrededores.
El mismo evangelista San Mateo afirmará que en ese día se
cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en
Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y
no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).